Consideramos la pasión como un término maravilloso, lo asociamos al éxito, al empeño, a trabajar y conseguir cosas grandiosas que les dan sentido a nuestra existencia.

Sin embargo, es importante conocer que la Real Academia Española nos ofrece múltiples definiciones de este término. Una de estas definiciones hace referencia al apetito o afición a algo, otra plantea que se trata de la preferencia de una persona hacia otra y el resto consiste en conceptos no tan favorables.

Considerando el uso que le damos en nuestro lenguaje coloquial, es curioso que las demás definiciones no sean tan agradables como las dos anteriormente mencionadas. Si hacemos memoria de nuestra relación con la palabra «pasión», probablemente nos daremos cuenta de que hay mucho de presión en ella: se nos invita a que hallemos nuestra pasión, a que estudiemos algo que nos apasione y a que nuestro trabajo también se oriente a ello, se nos asegura que una vez que la encontremos todo en nuestro mundo se organizará y nos sentiremos felices, plenos.

La pasión es importante, pero no necesariamente lo es todo.

La pasión se parece más a un sentimiento… y los sentimientos varían en el tiempo. A pesar de esto, continuamos utilizando la pasión para tomar decisiones de vida e incluso podemos rechazar oportunidades por miedo a perder de vista lo que nos apasiona y, en consecuencia, perder también una especie de oportunidad que creemos breve y que consideramos la única forma de llegar al éxito.

Visto de esta manera, el tema de la pasión bien puede tratarse como un problema cultural de la actualidad. Si pensamos en las personas de varios siglos atrás, la historia nos revela que en su gran mayoría no parecían preocuparse por cómo iban a conseguir su pasión en la vida, sus metas estaban basadas en otros criterios y, en muchos casos, desde su nacimiento sabían cuáles eran los objetivos por los que tendrían que trabajar.

Saquemos provecho de los recursos que tenemos.

Aprovechando que los tiempos han cambiado y actualmente tenemos un abanico de posibilidades, podemos sacar ventaja tanto de lo que nos apasiona como de las oportunidades que se nos presentan. ¿No has encontrado tu pasión o la forma de seguirla? Aprovecha el tiempo, trabajar para obtener alguna retribución o estudiar para aprender algo nuevo son actividades totalmente válidas y que te pueden resultar sorpresivamente placenteras.

Si expandes tu mirada e inviertes el tiempo y esfuerzo que estabas dedicando a la espera de tu pasión en distintas actividades, descubrirás habilidades que probablemente ni sospechabas que tenías. El notar que eres bueno en cosas que no imaginabas y comenzar a tener éxito de una forma distinta es una forma de hallar la pasión en lugar de esperar que esta se presente ante ti (lo que quizás sea una visión menos romántica, pero igualmente válida que la que estamos acostumbrados a imaginar).

“El éxito impulsa a la pasión más de lo que la pasión ha impulsado el éxito”.

Es tu momento de actuar.

No esperes por algo difuso, coloca tu tiempo y energía en acciones concretas. Si logras hallar ese punto donde lo que haces converge con la necesidad de otra persona, no solo obtendrás diversas satisfacciones (personales o económicas, por ejemplo), sino que además puedes obtener un punto de vista distinto sobre lo que haces y sobre la manera como te ves a ti mismo.

«No tienes que seguir tu pasión, haz que ella te siga a ti».

En síntesis: Si aún no encuentras lo que te apasiona, invierte tu tiempo en otra cosa mientras lo encuentras. Si ya lo has hallado, concreta tu pasión en comportamientos específicos que te llevarán hacia la meta que te has propuesto (¡o quizás te permitan trazarte otra!).

Se trata de tener en mente tu futuro, a la vez que das pasos para llegar a él. Esos pasos, esas acciones que realizas día a día, son los elementos de tu presente que están dentro de tu control y aquello sobre lo que puedes actuar, son esos pequeños éxitos que muchas veces pasan inadvertidos pero que, una vez que los notamos, pueden ser pruebas del camino que hemos transitado.

La pasión puede ser un gran motor para alcanzar tus metas, pero es necesaria la reflexión, autoconocimiento, trazar objetivos y delimitar los pasos para alcanzarlos, todo esto sin cerrarse a las oportunidades que puedan surgir en el camino. Si tienes dudas, no has encontrado tu pasión y sientes que no tienes alternativas con las que te sientas a gusto para invertir tu tiempo y energía, no dudes en contactarnos, estamos aquí para apoyarte.

«Que la búsqueda de tu pasión no sea tu excusa para la inacción, sino tu impulso para triunfar».

Equipo – Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com