
ENLACES ÚTILES
© 2020 – Luis Gil
Te ayudo a que tu proyecto crezca de manera sostenible
Cuando nos enteramos que alguien de nuestro equipo de trabajo ha decidido marcharse o, peor aún, ya se ha ido sin más, siempre es una información que nos saca de nuestro centro… sin importar si se trata de una persona cercana o no, si sospechábamos su partida o si somos capaces de entender sus razones, se trata de una noticia que por lo general queda dando vueltas en nuestra cabeza.
1. Al conocer que uno de tus compañeros se retira de la compañía, lo primero y más saludable por hacer es vivir la experiencia y los sentimientos que genera en ti. Puede que al principio sientas confusión, enojo, incluso temor a que deje un vacío, pero aunque esta primera fase puede que no sea agradable te permite atravesar una primera etapa para que luego puedas reflexionar y apreciar cómo detrás de todas esas emociones lo que se encuentra es el valor que pueda tener para ti esa persona y su significado en tu día a día.
2. No acumules todo tus pensamientos y emociones: Tal como te sucede a ti, los otros miembros del equipo también necesitan gestionar la partida de su compañero, lo cual es mucho más fácil si se habla de lo sucedido y estrechan lazo de apoyo. Además, en la medida en que puedan expresarse y canalizar sus emociones podrás saber los motivos de la persona para retirarse y, en consecuencia, todo el grupo podrá estar al tanto de que puede que haya un área importante por mejorar. Si dispones en la empresa de un CHO, como en AIBeehive disponen de mi, ese podría ser tu primera puerta a la que llamar para gestionar la parte emocional.
3. Una vez hayas pasado por las dos fases anteriores, evalúa qué aportaba esa persona personal y profesionalmente al equipo y cómo generar todo ese valor ya sea desde las personas que se mantienen en la compañía o en las próximas incorporaciones. ¡Y no olvides que tú también tienes mucho que aportar al equipo y que juntos las contingencias son mucho más llevaderas!
4.Agradece el tiempo compartido y si te apetece busca formas de mantener el contacto.
Una relación laboral no tiene por qué acabar cuando alguien se retira de la empresa, puede construirse una amistad que no esté sujeta al trabajo.
Si supervisas a la persona que ha decidido partir o eres el líder del equipo o incluso de la compañía, puedes sostener una conversación sincera que te permita saber si hay algo que podrías mejorar, si la persona prefiere dar a conocer su retirada por sí misma y también es una excelente oportunidad para transmitirle tu aprecio por sus aportes a la organización.
Importante: Los rumores son claros enemigos de un buen clima laboral, bien sea que la persona decida despedirse o que alguien más tenga que darle a conocer al equipo su partida, evita los secretos y abre espacios de conversación donde cada quien pueda aclarar sus dudas y comprender que cambios como esos son naturales en la evolución de cualquier empresa.
Es fundamental que promuevas que haya un clima maduro donde las personas puedan mostrar estas situaciones previas a la toma de decisión. Cuando gestionaba equipos siempre decía que «yo no siempre soy capaz de ver todos los detalles, aunque trato de hacerlo, por eso si alguien del equipo viene a decir que cree que su situación no es justa, que merece una revisión, etc, siempre lo consideraré en positivo». Hay demasiado miedo en las empresas, y debemos evitarlo para que aparezca el diálogo.
Generalmente, a menos que se trate de una propuesta inesperada y muy tentadora o de una situación personal apremiante, las personas no deciden cambiar de empleo de un día para otro. Generalmente hay dudas sobre el trabajo, puede que haya disminuido el disfrute, que exista una sensación de que es poco el aporte que se puede hacer en él o una incomodidad en cuanto a los salarios, compañeros… hay miles de razones que podrían justificar una renuncia.
Por eso, si te ves en una situación como esta, te hago las siguientes invitaciones:
1. Haz una lista de las razones por las cuales te gustaría cambiar de empleo y evalúa si no hay ajustes que puedas hacer desde tu posición actual.
2. Considera, si hay un entorno de confianza, comentar tus sensaciones con tu supervisor o algún colega… puede que estén atravesando una situación parecida, te brinde una opinión enriquecedora o te ayude a reflexionar sobre si estás tomando una decisión precipitada. Muchas veces la empresa no dispone de esta cultura, pero otras sí. Desperdiciar esta oportunidad si la tiene es realmente un gran error de oportunidad.
3. Si ya has decidido abandonar tu empleo, haz que tu partida incite a la mejora, permíteles a los demás conocer (hasta donde te sientas cómodo) tus razones y promueve que tu salida sea coherente y esté a la altura del tiempo que estuviste trabajando allí y las relaciones que entablaste.
Y sin importar la decisión que tomes, mis mejores deseos para ti y recuerda que siempre se puede volver a empezar.
Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com
© 2020 – Luis Gil
700 suscriptores ya disfrutan el mejor Contenido para Escalar sus Negocios.
Suscríbete aqui:
![]() |
Thank you for Signing Up |