ENLACES ÚTILES
© 2020 – Luis Gil
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Ya estamos finalizando el mes de marzo, por lo que quiero dedicarle mi artículo semanal a mirar un poco hacia atrás y contemplar los progresos que hemos alcanzado durante este primer trimestre del año. Han pasado más de diez semanas en las que hemos tenido la oportunidad de enfrentar juntos los diversos retos que he diseñado con el objetivo de que cada día seas un poco más feliz. Para unirte al #DesafíoFelicidad, y probar que has superado cada uno de los retos que lo componen, solo tenías que enviarnos un comentario, foto o vídeo a nuestras redes sociales (¡aún estás a tiempo!); sin embargo, cada proceso es distinto y lo más importante es que el que conozca sus propios avances seas tú.
Vamos a aprovechar este momento para reflexionar sobre lo que hemos superado a lo largo de estas semanas, ¿cómo te has sentido? ¿Has notado la diferencia? Para ayudarte, te recuerdo en qué ha consistido el camino que hemos recorrido juntos:
El primer #DesafíoFelicidad consistía en que te trazaras metas que alcanzar a lo largo del año: una meta anual y una mensual que pudiéramos revisar cada cierto tiempo.
Me ha sorprendido gratamente las metas tan diversas que han compartido en nuestras redes sociales: ahorrar, aprender cosas nuevas, mejorar la salud y un montón de objetivos más que evidencian la imaginación de cada uno de ustedes y su compromiso por alcanzar un mayor bienestar. Otra cosa que me ha fascinado es la capacidad de reflexión y flexibilidad de algunos, que con el tiempo notaron que los objetivos que anhelaban eran otros y cambiaron las metas que se habían trazado inicialmente.
En el segundo desafío te invité a que identificaras a una persona que te agradara y con la que hiciera tiempo que no te reunías.
Independientemente de si se trataba de un amigo, familiar o conocido, todos tuvimos la oportunidad de compartir un buen rato con alguien de nuestra estima, dando así un paso adelante para recuperar la relación.
Para este reto yo mismo he echado mano de la tecnología disponible, así que no hay excusas a la hora de rescatar y fortalecer nuestras relaciones, recuerda que la felicidad es algo que construimos con nuestros semejantes y que juntos el camino es más ameno.
No te imaginas cómo he disfrutado el tercer desafío… Si bien parecía muy sencillo, ya que se trataba de regalarnos unos minutos para oír nuestras canciones favoritas, la sensación de bienestar que me ha generado ha sido magnífica. Además, este reto me brindó un regalo adicional, que fue tener la oportunidad de escuchar las canciones que nuestros amigos compartieron en las redes sociales, temas de lo más diversos pero que tenían en común la capacidad única que posee la música de conectarnos con sensaciones y emociones que van más allá de lo que las palabras pueden explicar.
Como podrás recordar, el primer #DesafíoFelicidad consistía en que definieras una meta mensual y una anual. En el cuarto desafío, considerando que cumplíamos un mes juntos en este transitar, debías hacer una revisión del progreso de tus metas, analizando si la habías alcanzado, te faltaba un poco, preferías redirigirla hacia otro objetivo o cambiarla para incrementar su viabilidad.
Este reto requería mucha sinceridad y capacidad de reflexión nuestra parte, así como disciplina y autodeterminación para no abandonar el desafío si las cosas se habían puesto difíciles. Sin embargo, este fue otro reto superado para todos nosotros, puesto que incluso introduciendo cambios, decidimos seguir creciendo y logrando nuestras metas.
El quinto reto hizo sudar a más de uno (incluyéndome), pero está diseñado para generarte el placer de un gusto, en el corto plazo, y el bienestar que brinda la estabilidad, en el largo. Muchos de nosotros vivimos endeudados y no conseguimos ahorrar ni un euro (o dólar… o la moneda que tengas en tu país) al mes… es muy angustioso vivir al día a nivel económico. Por eso, en esta ocasión te pedí que ahorraras algo de dinero en el transcurso de la semana.
Para superar este reto debías decidir cuánto ibas a ahorrar en la semana, en función de algo que te quisieras regalar al final de la misma. La idea central de este desafío es que, luego de la satisfacción de alcanzar esta meta y obsequiarte algo, contaras con un incentivo para hacer del ahorro un hábito e ir construyendo un colchón de estabilidad.
En lo personal, me ha costado… pero sin duda ha valido la pena.
Cada uno de los retos que conforman el #DesafíoFelicidad buscan promover el bienestar en las distintas áreas de la vida, así que el cuerpo no podía quedarse por fuera. ¿Eres de los que disfruta pasarse el día en un sofá? ¿El trabajo te mantiene atado a una silla? Pues este desafío consiste en que te levantes y te muevas.
No se trata de que de un día para otro corras un maratón o comiences a practicar algún deporte extremo, es mucho más sencillo. Para superar este reto solo debes incrementar la actividad física que haces, puedes regalarte un paseo, trotar una tarde o incluso, si tu agenda está muy apretada como para incluir una actividad extra, optar por ir caminando al trabajo o usar las escaleras en vez del elevador.
Al superar este desafío no sólo darás un paso para mejorar tu salud, sino que además le estarás dando a tu cuerpo la posibilidad de segregar endorfinas, un químico que nos brinda sensaciones de placer y bienestar. ¿Lo mejor de todo? Ha sido una experiencia tan satisfactoria que algunos hemos decidido incorporar hábitos de ejercicio a nuestra rutina diaria.
¿Cuándo fue la última vez que aprendiste algo? ¿Eres de esos que gusta aprender algo distinto cada día? Pues de aprendizaje se trataba el séptimo #DesafíoFelicidad. Era muy sencillo, solo debías aprender algo nuevo a lo largo de la semana y ser consciente de ese proceso y de la sensación que te brinda.
Una de las alternativas que propuse, en el caso de que no se te ocurriera nada, era aprender una frase en otro idioma. Yo decidí aprender a decir «yo estoy aprendiendo a ser feliz» en italiano, ¿quieres verme enfrentar y superar el desafío? No te pierdas el vídeo 😉
Si los retos anteriores requirieron mucho esfuerzo de tu parte, el octavo #DesafíoFelicidad fue la oportunidad perfecta para bajar el ritmo y regalarte una visita a un espacio natural, ¿qué mejor motivo para ser feliz que disfrutar de la naturaleza?
Para superar este reto, solo tenías que visitar un lugar natural (playa, montaña, parque o el espacio de tu preferencia) y conectarte con él, disfrutando de las distintas sensaciones que ese entorno es capaz de regalarte: el aroma del viento, el sonido peculiar del lugar, sus colores, todo lo que tus sentidos fueran capaces de percibir. Este reto ha sido relajante, placentero y me ha dejado fotos maravillosas que puedes ver en las redes sociales (de hecho, ¡hasta una imagen con el nombre de la empresa escrito en la arena de la playa me han regalado!).
El noveno desafío ha espantado en principio a varios, pero luego pudimos enfrentarlo y superarlo. Se trataba de acostarnos una hora más temprano y levantarnos una hora antes, para aprovechar el tiempo en el que todos duermen y hacer algo que nos generara ilusión o nos fuera útil (como una lista de agradecimiento o preparar las comidas del día).
A pesar de que abandonar nuestra plácida cama puede ser algo molesto, una vez más hemos superado el reto y además pudimos disfrutar de los beneficios de levantarnos una hora antes. Y es que madrugar tiene sus ventajas, tantas que lo incluí en las cosas que puedes hacer en menos de diez minutos al día para mejorar tu vida (una entrada anterior del blog que puedes leer pulsando aquí).
El décimo reto del #DesafíoFelicidad consistió en que escucharas a una persona mayor. Esta es una práctica que socialmente hemos ido dejando de lado pero que vale la pena recuperar.
Las personas mayores tienen más experiencia que nosotros y usualmente están encantados de compartirla. Para superar este reto, solo debías conversar con un anciano y regalarle algo de tu tiempo y cariño a cambio de ese maravilloso y único aprendizaje que él es capaz de brindar.
Como emprendedor, he aprendido lo valioso de escuchar consejos de personas más experimentadas, por lo que he disfrutado y aprovechado este reto un montón. ¿Lo has disfrutado tú? ¿De qué has hablado con la persona mayor que elegiste?
«La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene». Thomas Hardy.
Paul Scherrer dijo que la única manera de multiplicar la felicidad es compartirla. Yo creo en esa frase y por eso me parece tan importante que trabajemos juntos por alcanzar una vida plena y vayamos sumando a otros a nuestro compromiso de ser felices… este ha sido solo el primer trimestre del año y aún nos quedan muchos retos por delante ¿te animas a continuar? Yo sí.
¿Por qué no hacer este desafío con amigos? comparte con ellos este artículo y animaros a desafiaros la felicidad juntos… jeje.
Luis Gil – Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com
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