ENLACES ÚTILES
© 2020 – Luis Gil
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Ya está acabando enero, un mes que para muchos es duro económicamente tras los gastos propios de las navidades… ¿cómo recuperar la estabilidad financiera y conseguir ahorrar de una vez por todas?
No te voy a mentir, puede que al principio no sea tan sencillo como quisiéramos, pero la verdad es que tampoco es imposible y, como todo hábito, si vas incluyendo estas pequeñas sugerencias en tus actividades diarias pronto te encontrarás ahorrando dinero y llevando un estilo de vida más saludable casi sin darte cuenta.
Comprar todo lo que necesitamos (y lo que no tanto) es la vía rápida para satisfacer necesidades puntuales. Sin embargo, habrás podido notar que cada vez está más de moda el «hágalo usted mismo» o do it yourself, DIY, por sus siglas en inglés… y es que poner manos a la obra y participar en la elaboración de lo que necesitamos nos sirve para aprender y adquirir nuevas habilidades, nos brinda satisfacción por lo logrado, nos permite apreciar más cada una de las cosas que hacemos y como si todo esto fuera poco también nos orienta hacia un estilo de vida más sano.
Puedes comenzar por acciones sencillas: En vez de comprar tu almuerzo, prepáralo en las mañanas, si algo en tu casa no funciona, intenta repararlo tú mismo, aprende a hacer manualidades que embellezcan tu hogar o te sirvan de regalo para tus seres queridos… tu imaginación es el límite.
Es muy útil a la hora de ahorrar tener un criterio que te permita reconocer cuáles son esas cosas que simplemente te gustaría tener y cuáles son aquellas que realmente necesitas. Un gran ejemplo es la ropa: a veces caemos en la tentación de comprar lo que está de moda, que además suele ser más costoso que el resto de las opciones disponibles, y luego de un tiempo nos damos cuenta que no lo necesitábamos o que no era un artículo tan espectacular como inicialmente pensábamos.
Hay dos trucos para comprar de manera más racional: Uno es no ir a las tiendas cuando estés de mal humor o con hambre (estudios demuestran que en ese momento no solo compramos cosas que no necesitamos, sino que lo hacemos en mayores cantidades) y el otro es dejar pasar unos días desde que sentimos el deseo de comprar algo hasta hacerlo. También, es beneficioso establecer un límite personal de lo que consideras suficiente y no adquirir cosas que vayan más allá de él.
Hoy en día la publicidad nos bombardea con frases como «mereces comprar o tener esto». Y sí, soy de los que cree que merecemos cosas maravillosas, entre ellas una estabilidad financiera que nos brinde bienestar.
Este es uno de mis consejos favoritos: consiste en que tengas una cuenta bancaria específica para tus ahorros. En ella vas a depositar todo ese dinero que te sobra en tu día a día, así sean unas monedas, y esos ingresos extra que no requieres para cubrir tus necesidades básicas… con tiempo y disciplina, verás crecer esta cuenta de manera progresiva, más aún si eliges una modalidad que genere comisiones pequeñas o incluso te reporte alguna tasa de interés.
Hay acciones que pueden parecer muy pequeñitas pero la verdad es que a la larga pueden generar gran impacto. Entre ellas está el sacarle provecho a las ofertas y comprar los productos que tengan descuento, aquellos para los que tengas cupones o esos que por ser propios de la temporada poseen un costo menor.
Otra oportunidad está al alcance de tus manos: haz un inventario de ropa y cosas que ya no utilices y véndelos en una venta de garaje o por internet. Esta es una excelente alternativa para que generes ingresos extra y también para que visites lugares en los que puedas adquirir los artículos que necesitas de una manera más económica.
«Ahorrar no es sólo guardar, también es saber gastar».
Guardar algo de dinero y contar con cierto grado de estabilidad económica indudablemente brinda bienestar. Por eso, haz de estos cambios parte de tu vida y «engáñate» a ti mismo pensando que tienes un poco menos de lo que realmente dispones, evalúa los costos de manutención que te generan lo que ya posees e invierte en tu propia salud, de forma que puedas evitar dolores de cabeza y gastos futuros mayores.
Ahorrar puede parecer complicado pero te brinda la posibilidad de aliviar tensiones y, paradójicamente, de que te regales algunos gustos que en otras condiciones no podrías disfrutar. No se trata de que vivas con carencias, al contrario, sino de regalarte una vida en la que tengas tus necesidades satisfechas y con las bases para que puedas dedicarte a hacer tus sueños realidad.
El bienestar que nos ofrece contar con un «colchón económico» es tan grande que he incluido al ahorro como parte del #DesafíoFelicidad. ¿Te atreves a asumir el reto?
Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com
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