Ya sea que vengas de trabajar como empleado, o hayas comenzado directamente emprendiendo o como autónomo, no te van a servir ciertas creencias y formas de enfocar tu proyecto. Lo primero es asimilar realmente quién eres y qué conlleva eso en tu día a día. Con el «mindset» apropiado todo resulta más sencillo de abarcar e impulsar.
Si somos realistas hay que reconocer que muchos autónomos o «freelances» no tienen idea de lo que supone gestionar muchas áreas de un negocio. Lo más curioso es que es tal su desconocimiento que, aveces, ni saben que no saben. Después de la sorpresa inicial, todo cambia cuando incorporan a su proyecto lo que necesita para seguir adelante como desean.
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Imagina las herramientas físicas o digitales que usas en tu día a día para realizar tu actividad como profesional. ¿Te das cuenta de que hay muchas más herramientas que se necesitan para realizar las otras actividades que, si estuvieras empleado en una empresa, las harían otras personas o departamentos? Esas herramientas y la metodología para sacarles todo el partido tienes que conocerlas para hacer realidad tu propia empresa.
Llegar y convencer a tu cliente ideal es también imprescindible. Si no tienes la organización, las herramientas y el enfoque adecuado no podrás hacer sostenible tu empresa; pero tampoco podrás hacerlo si no te llegan clientes adecuados. Consigue poner en marcha un flujo de captación de clientes que te permita incorporarlos mientras atiendes a los clientes actuales. Es decir: Automatiza el proceso de conseguir clientes.
© 2020 – Luis Gil
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