Cada final de año suele traer consigo procesos de reflexión. Son muchas las personas que acaban el año tristes o frustradas porque en su evaluación personal sienten que no alcanzaron las metas que se propusieron para los meses que ya quedaron atrás.

Es una pena terminar el año así, pero afortunadamente también es evitable. Si eres de los que va teniendo una sensación agridulce durante estas festividades prepárate para sumarte a este reto, superarlo te ayudará a sustituir ese malestar por una descarga de satisfacción.

¿Estás listo? ¡Empecemos! 😉

1. Regálate una meditación.

El primer reto parece sencillo, pero no subestimes todo lo que te puede aportar. Para superar este primer desafío tienes que reservar un espacio del día solo para ti y retirarte a un lugar tranquilo en el que puedas estar plenamente contigo mismo y meditar.

Si no sueles hacerlo, tienes dudas o sencillamente prefieres las meditaciones guiadas puedes utilizar este vídeo que grabé para ayudar a quien lo escuche a conectar fácilmente con su inconsciente.

Se le preguntó al Buda: «¿Qué has ganado con la meditación?»
El respondió: “Nada. Sin embargo, he perdido la ira, la ansiedad, la depresión, la inseguridad y el miedo a la vejez y a la muerte».

2. Disfruta de un paseo.

Para superar este reto de fin de año tienes que conectarte plenamente con lo que te rodea durante un paseo. ¿Cuántas veces no pasamos por lugares hermosos sin detenernos un instante siquiera? Te propongo que hoy vayas a un lugar que te guste, a uno que quieras conocer o que tan solo des una vuelta por tu localidad pero enfocando tu atención en todo lo que puedas percibir a través de tus sentidos.

Disfruta el clima, detalla el color del cielo, fíjate en las personas con quienes te cruzas o permite que tus ojos aprecien la decoración de los lugares por los que transites. Permite que tu atención vuele y se pose libremente por todo lo que la atraiga, experimenta el recorrido a toda plenitud.

3. Prueba algo nuevo.

Este reto consiste en que amplíes un poco los límites de tu zona de confort e intentes algo nuevo. Tú decides qué quieres probar: una comida, una nueva ruta a casa, un nuevo peinado… ¡lo que se te ocurra! Lo importante es que te des la oportunidad de hacer algo distinto y descubrir cómo te hace sentir.

«Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser». Lao Tzu.

4. Comparte la alegría.

Hasta ahora todos los retos se han tratado de regalarte algo a ti mismo, pero para superar este cuarto desafío necesitarás que el obsequio te lo dé alguien más… tú escoges la forma, puede que incluso tengas que intentar con varias, pero tienes que lograr sacarle una sonrisa a alguien durante el día y así esparcir un poco de todo ese bienestar que vas ganando con tu esfuerzo diario.

Si no se te ocurre cómo hacer sonreír a alguien puedes probar darle un detalle a un ser querido, destacar una cualidad en un conocido o hacer algo tan sencillo como sonreírle a otra persona primero… ¡te sorprenderá lo contagiosas que pueden ser las sonrisas!

5. Escribe sobre este año que culmina.

Llegamos al final de este desafío fugaz y para superar este último reto no necesitas muchas cosas: tan solo un lápiz y un papel o los utensilios que más te gusten para escribir. Pon en palabras todo lo que venga a tu mente, plasma libremente tus pensamientos sobre el año y concluye tu escrito con una frase breve. Luego decide qué quieres hacer con lo que has creado: por ejemplo, si has escrito en un papel puedes quemarlo para que tus reflexiones se eleven con el humo, romperlo a manera de cierre o conservarlo como el recordatorio de un aprendizaje… lo importante es que hagas lo que sientas que es mejor para ti.

Yo aún no he terminado el reto, pero estoy seguro de qué palabras formarán parte de ese escrito del desafío final: «¡Gracias! Gracias por compartir un año más, por tu energía, por tu compromiso con ser mejor cada día y con construir una vida plena para ti y para quienes te rodean”.

Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com