ENLACES ÚTILES
© 2020 – Luis Gil
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Es muy frecuente encontrarnos con personas que están padeciendo alguna enfermedad o al menos una pequeña molestia física que irrumpe en su día a día. ¿Has notado lo frecuentes que se han vuelto, y en cierta forma aceptados como normales, esos pequeños dolores de cabeza en la jornada laboral o esas molestias en la espalda que llevan a muchos a caminar encorvados?
La medicina tradicional nos ofrece herramientas útiles a la hora de aliviar estas dolencias, pero quizás hay casos en los que vale la pena ir más allá, hacernos preguntas y explorar qué es lo que está tratando de decirnos nuestro cuerpo, qué es lo que quiere que atendamos de manera tan urgente que su aviso llega a doler.
Si te da curiosidad este tema o incluso puedes sentirte identificado con él, te invito a que sigas leyendo, estoy seguro de que encontrarás ideas valiosas para tu bienestar.
Siglos atrás los filósofos griegos ya hablaban de una distinción entre el cuerpo y la mente, una diferenciación que en muchos ámbitos se sigue utilizando en la actualidad pero no significa que las entienda como dos entidades separadas e independientes una de la otra.
Como humanos que somos en algún momento habremos podido notar la fuerte conexión que hay entre nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro cuerpo: esa aceleración del corazón ante una sorpresa o un susto, las lágrimas que brotan de nuestros ojos al sentir una inmensa alegría o tristeza, o el temblor de nuestras manos en momentos de gran nerviosismo, por solo citar algunos ejemplos tan comunes que todos podemos vernos reflejados en ellos.
Cada una de nuestras vivencias conlleva una emoción que se refleja de una forma un otra en nuestro organismo. Esto se debe a que la emoción es inconsciente y no puede ser expresada por palabras, por eso para transmitirnos su mensaje recurre a los símbolos que puede construir a través de nuestro cuerpo. El problema ocurre cuando hay una emoción no reconocida que pide a gritos que la escuchemos y realicemos cambios en nuestra vida, ya que a partir de ese momento sus mensajes pueden ser cada vez más fuertes para obligarnos a oír, llegando a producirnos síntomas y enfermedades en los peores casos.
«La enfermedad es el mensaje simbólico para que cambiemos algo, solo que no lo entendemos». Dr. Francisco Moya.
Si entendemos la enfermedad como un mensaje urgente que es transmitido por nuestro cuerpo, el atender eficazmente su llamado se traduciría entonces en una reducción de esa urgencia y, por lo tanto, en mejoras para nuestra salud. Pero, si la emoción es inconsciente y no se comunica con palabras, ¿cómo podemos llegar a comprenderla?: A través de su propio lenguaje: el símbolo.
«La enfermedad es un mensaje emocional que llega a la persona para que cambie. Si tú no cambias el proceso continúa, si no sucede así es que no has dado en el clavo». Dr. Francisco Moya.
A continuación te comento algunas alternativas para que puedas interpretar el mensaje que tu cuerpo te está enviando y mejores tu salud. No hay una forma única que les sirva a todos, por eso te menciono varias para que puedas decidir cuál es la que mejor se adapta a ti.
– La introspección: Tener un espacio en el que puedas adentrarte en tu mundo interno puede ofrecerte la oportunidad de identificar por ti mismo aquello que no está bien. Algunas prácticas útiles para que construyas este espacio son la meditación y el contacto con la naturaleza.
– La hipnosis: Es una herramienta que permite conectar con aquello que está más allá de la mente consciente. Por eso, es otra de las formas de conocer eso que a pesar de estar dentro de ti puede resultar inaccesible normalmente y generar síntomas o malestar.Al ser la que mas conozco, la que más he usado trabajando con clientes e incluso conmigo mismo, es la que te recomiendo si tú no puedes encontrar respuestas por ti mismo.
– La psicoterapia: Consiste en una intervención realizada por profesionales de la salud que, básicamente, pueden guiarte en tu camino de auto-descubrimiento y en la identificación de los síntomas, sus patrones y los cambios que pueden ser beneficiosos que hagas para mejorar tu salud general. Aquí el único inconveniente es que muchos de estos profesionales aún no terminan de conectar mente y cuerpo, y al igual que la mayoría de los doctores entienden el cuerpo sin mirar hacia la emoción, la mayoría de los profesionales de la psicoterapia no miran al cuerpo al trabajar la emoción. Si eliges este camino, busca a uno que realmente esté abierto a trabajar de esta forma holística.
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