ENLACES ÚTILES
© 2020 – Luis Gil
Te ayudo a que tu proyecto crezca de manera sostenible
Como emprendedor, entiendo bastante bien la importancia de ese momento en el que te planteas renunciar a un trabajo estable para dedicarte de lleno a tu proyecto. Independientemente de si tu emprendimiento está generando ingresos o no, es indescriptible esa emoción que provoca la sola idea de entregarte por completo a él, en combinación con la angustia que ocasiona el abandonar un trabajo estable que, si bien puede que no te guste demasiado, te brinda una sensación de tranquilidad, producto de la certeza de que a final de cada mes contarás con una cantidad determinada en tu cuenta bancaria.
No se trata de renunciar por renunciar, ni de hacerlo cuando apenas tenemos una idea del negocio que queremos crear y estamos invadidos por la emoción de imaginar una vida llena de éxito… es decir, en mi opinión no es prudente abandonar un trabajo de manera precipitada, ni tampoco darle tantas largas a la decisión que termine afectando nuestro emprendimiento (lo que suele llamarse «parálisis por análisis»).
Es comprensible que ante la ansiedad que genera enfrentarnos a la decisión de abandonar nuestro empleo nos preguntemos si es realmente necesario hacerlo o si lo podremos postergar hasta que hayamos cumplida una u otra meta (lo que en muchas ocasiones se traduce en evitar tomar la decisión de manera indefinida). Sin embargo, la verdad es que tú mismo podrás notar cómo tu proyecto, al crecer, requerirá tanta dedicación que no será suficiente con que inviertas en él tus ratos libres, ni con que compartas el tiempo entre tu emprendimiento y tu trabajo, ni siquiera con dedicarle parte de tus horas de sueño.
Así que… ¿es necesario renunciar? Si tu proyecto se expande, y quieres que siga haciéndolo, con el tiempo la decisión va a ser inevitable. Si intentas abarcarlo todo lo más probable es que no rindas tan bien como antes en el trabajo, no puedas impulsar como quieres tu emprendimiento y tu calidad de vida se vea afectada.
Renunciar no es una obligación, lo que sí debes hacer es ser sincero contigo mismo, evaluar qué es lo que quieres hacer, cómo te ves dentro de un tiempo y qué es lo que te hace realmente feliz. Eso que te hace sentir pleno es la guía ideal en cada decisión que tomes.
Nunca es fácil tomar una decisión de tal magnitud, no hay un momento que sea totalmente perfecto para hacerlo. Sin embargo, valiéndonos de la experiencia de otros que ya lo han hecho, de la lógica y del conocimiento que tenemos disponible, hay varios factores a evaluar que pueden hacer más llevadera la situación y evitar que tomemos decisiones demasiado apresuradas o demasiado tardías.
¿Tu proyecto ya genera ingresos? ¿Cuentas con el apoyo económico de alguien o con ahorros suficientes para cubrir tus gastos hasta que tu emprendimiento te provea ganancias suficientes para hacerlo?
Es crucial que hagas un plan de negocios, aunque sea muy simple. Que tengas presente cuánto gastas, cuánto dinero genera tu emprendimiento y cómo de regulares son estas ganancias. Solo así podrás hacer una planificación realista en la que disminuyas al máximo la probabilidad de que pases por un gran aprieto económico.
Algunas de las opciones más viables incluyen buscar apoyo económico, mantenerte en tu puesto de trabajo hasta que tu negocio genere ingresos de manera estable por un lapso considerable de tiempo o hasta que puedas ahorrar lo suficiente para cubrir tus gastos desde el momento en el que renuncies hasta que tu negocio comience a obtener ganancias.
¿Estás empezando y aún tienes muchas cosas por desarrollar o ya tu emprendimiento está totalmente en marcha?
Renunciar a tu trabajo puede sentirse como un salto al vacío, pero no tiene por qué serlo. Bríndale a tu proyecto una estructura completa y sólida que le permita un funcionamiento óptimo y te ofrezca hacer estimaciones bien fundamentadas de las fortalezas, debilidades y ritmo de crecimiento de tu negocio.
También es importante que inviertas tiempo en formarte en las áreas que sean relevantes para tu emprendimiento, lo cual puedes hacer mientras aún trabajas como empleado, de manera que luego te dediques de lleno a tu proyecto con conocimientos sólidos que te permiten sacarlo adelante. Si bien siempre es necesario actualizar nuestros conocimientos, es crucial que cuentes con algo de formación en tu negocio para que no termines improvisando sobre la marcha, mucho menos si ya no cuentas con el ingreso económico estable que ofrece un empleo.
¿Cuentas con el apoyo de tu familia, amigos y demás personas importantes para ti? Por experiencia, puedo decirte que el emprender es una labor sumamente satisfactoria pero que genera cantidades bastante elevados de estrés, así que no subestimes la importancia de contar con los tuyos y con su ayuda en distintos aspectos (además, el éxito compartido siempre es mejor).
Compartir con los demás también te brinda otros puntos de vista que pueden serte útiles. Además, aunque ellos no se sumen formalmente a tu equipo de trabajo, todos tenemos habilidades distintas y puedes aprender muchas cosas aplicables a tu negocio de aquellos que te rodean (incluso desde el punto de vista personal).
¿Has decidido emprender en solitario o ya cuentas con un equipo que te apoye? Si tu negocio depende exclusivamente de ti, demandará más dedicación y es posible que con el tiempo no puedas abarcarlo todo. Además, no me alcanzan las palabras para describir lo valioso que es contar con un equipo de trabajo en el que las fortalezas de los integrantes se complementen, dotando a tu emprendimiento de una estructura sólida que hará crecer no sólo al negocio sino a todos aquellos que formen parte de él.
Como te comenté al principio, la decisión de renunciar a tu trabajo es enteramente personal y es importante que consideres cómo te encuentras en el preciso momento en el que estás tomando la decisión y cuáles son tus características personales.
Por ejemplo, si tienes dificultades para lidiar con la incertidumbre y le das un valor muy alto a la estabilidad, quizás debas trabajar en dotar de una estructura aún más sólida a tu proyecto, a la vez que haces un trabajo personal para aprender a manejar la ansiedad y el enfrentarte a lo desconocido. En mis sesiones, mi labor consiste no sólo en conocer y evaluar el proyecto, sino también a la persona que está detrás de él, el trabajo personal del emprendedor es un factor clave en el éxito de cualquier emprendimiento.
¿Cómo es un día normal para ti? ¿Sabes cómo es la rutina de un emprendedor? ¿Cuentas con la disciplina suficiente como para cumplir con tus propios horarios?
Para responder estas preguntas, tan sólo debes observarte a ti mismo, reflexionar e informarte de la experiencia de otros emprendedores (idealmente con negocios similares al tuyo). Lo más importante es que hagas una comparación entre el estilo de vida que deseas, el que estás dispuesto a asumir y el propio de un emprendedor, si los tres coinciden… ¡vas en el camino correcto!
Ningún emprendimiento tiene sentido si no te conduce a la felicidad ni a la vida que deseas. Es cierto que emprender es una labor ardua y que al principio surgen muchas dudas y retos que pueden hacernos tambalear, pero todo el esfuerzo vale la pena si hacer lo que haces te hace feliz y el solo pensar en tu negocio y en todo lo que has crecido te saca a una sonrisa.
No hay un momento que sea totalmente perfecto para tomar la decisión de abandonar tu trabajo, lo que sí tienes disponible es información, herramientas y profesionales dispuestos a apoyarte. Recuerda que puedes tener la vida plena que deseas, solo debes decidir trabajar por ella.
«No temas renunciar a lo bueno para ir hacia lo grandioso». Rockefeller.
Luis Gil – Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com
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