Hoy tocaba hablar de valores. Cuando innumerables políticos esta semana se han visto expuestos, ya sea admitiendo haber comprado un ático hace un año que días antes ni parecían saber de él, ya sea con la información recogida sobre sus cuentas ocultas en paraísos fiscales, etc. Evidentemente toca hablar de valores.

¿Que nos están mostrando, sin querer generalizar a toda la clase política, estas personas en las que mucha ciudadanía ha puesto su confianza? Pues, lógicamente, una falta de aquellos valores fundamentales que deben regir a una persona, y mucho más aún a un líder de una comunidad.

¿Y cuáles son las consecuencias? Pues son muchas y muy perjudiciales. Sin entrar a valorar las jurídicas (ver si la justicia se aplica también adecuadamente), están las que afectan a la confianza de todos los que han apoyado de alguna manera a estas personas. Aunque en mi opinión la más importante es EL EJEMPLO (tremendamente negativo) que dejan en la sociedad.

Decir, que la actuación de estas personas es un reflejo del colectivo, es pura demagogia, pues es la sociedad la que se va contagiando del comportamiento de sus líderes, tal como lo hace un bebé con el ejemplo de sus padres. Es evidente que la sociedad es autónoma y capaz de tomar sus propias decisiones, pero cuando esa decisión se centra en otorgar su confianza a un líder, condiciona parte de ese comportamiento en los hábitos que ese líder ofrece en el desempeño de la acción.

Como he comentado en alguna ocasión, en la persona existen varios niveles diferentes donde se da tanto el aprendizaje como la posibilidad de cambio, son los siguientes (de mayor a menor importancia e influencia en dicha persona):

– Identidad.
– Creencias y VALORES.
– Capacidades.
– Comportamientos.
– Entorno o Ambiente.

Los valores están muy por encima del comportamiento, y por tanto su influencia en la persona predomina sobre un comportamiento particular, pues de un comportamiento concreto no se infiere un cambio de valores, pero sí ocurre frecuentemente lo contrario.

Este grupo de políticos pasó hace tiempo de unos comportamientos aislados incongruentes con sus valores, a todo lo contrario, son sus valores los que están alineados con estos comportamientos, y son estos valores los que muestran a la sociedad como ejemplo de actuación.

Hay que hacer todo lo posible para impedir que estos comportamientos, faltos de ética ciudadana, calen en nuestra sociedad.  Debemos oponernos y rechazarlos, pues no muestran el camino ni vienen de líderes que puedan representar esos valores que llevan a un pueblo en la dirección correcta.

Propongo 6 valores que muchos de estos políticos ni siquiera conocen en su significado profundo:

1.- Responsabilidad.
2.- Respeto.
3.- Perseverancia.
4.- Humildad.
5.- Solidaridad.
6.- Bondad.

Parafraseando a un político que sí era un referente….Yo también tengo un sueño… el sueño de que algún día el miedo a perder las migajas no nos impida ejercer la apuesta valiente de vivir con aquellos valores que permitan construir una nueva (y mejor)  sociedad. Os pido que me ayudéis a hacerlo realidad. Juntos podemos.

Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com