Hoy quiero compartir contigo una reflexión que hacía esta mañana al salir de una reunión con un grupo de emprendedores. Después de escucharlos e intercambiar puntos de vista me quedé pensando en esos momentos en los que sentimos que realmente tenemos grandes ideas que pueden ser exitosas y marcar la diferencia, pero no nos atrevemos a ir más allá. También está la situación de personas que no quieren compartir una idea de negocio por ese miedo a que se las puedan robar en ese momento. Creo que todos hemos pasado alguna vez por eso y me pregunté a mí mismo cuántas veces en el transcurso de mi vida me he encontrado en esa situación y he optado por dejar pasar el tiempo o he puesto tantas excusas que al final eso que parecía tan bueno acaba por disolverse.

En los procesos de coaching y mentorización lo veo una y otra vez. Allí tengo la oportunidad de ser partícipe de ideas grandiosas que en muchas ocasiones terminan en nada porque la persona no hace lo necesario para pasar del pensamiento a la acción o no traza una estrategia adecuada para poner su proyecto en marcha.

Y quiero recalcar esto: Que la persona no haga lo necesario, no quiere decir que no tenga lo necesario.

¿Cuál es el valor relativo de una idea?

Uno de los grandes retos de quien quiere emprender es precisamente definir su idea de negocio. De hecho, gran parte de las asesorías a emprendedores se enfocan en cómo identificar esa idea. Pero, ¿es lo más importante? ¿Cuánto vale una idea?

Quizás nos hemos inclinado por darle más importancia al qué y hemos perdido de vista el cómo… aún cuando es bien sabido que la planificación, disciplina y perseverancia son aspectos clave para el éxito de cualquier empresa.

Tan solo mira a tu alrededor e investiga un poco sobre las empresas y personas que más admiras. ¿Son las más inteligentes? ¿Las más innovadoras? ¿Están haciendo algo que no puede hacer nadie más? Yo hice este ejercicio y confirmé que no, que el mérito de quienes admiro radica en gran medida en el valor de llevar a cabo sus proyectos, en atreverse a hacer, a equivocarse, a aprender de sus errores… han sabido materializar eso que concibieron en sus mentes y ser lo suficientemente flexibles para adaptarse y crecer a la vez que responden a las necesidades del mercado.

Más allá de las ideas.

Con todo esto no quiero decir que el camino sea sencillo, ni que las ideas no valen nada o todo es cuestión de perseverancia… al contrario, creo que la vida del emprendedor es un desafío constante, pero sí es posible tener éxito si contamos con los elementos adecuados (una combinación de ellos, no uno solo), con una estrategia y con la flexibilidad para aprender y hacer los cambios que se necesiten.

Y la verdad, me parece impresionante la cantidad de personas que genuinamente desean mejorar su situación, pero ponen mil y una excusas para no dar el siguiente paso, no son felices en donde están ni trabajan por construir la vida en la que quieren estar. Se quedan en el plano de las ideas, se aferran al miedo o se escudan en historias previas de fracaso a las que no han sabido sacarles provecho (porque prefieren culpar a la mala suerte, a la falta de un elemento determinado o al surgimiento de un competidor muy fuerte… responsabilizan a factores externos y, con ello, dejan de lado su propia experiencia de aprendizaje).

Por eso mi invitación, si quieres emprender, es a que pienses bien tu idea de negocio y la pongas a prueba. Hay muchas maneras de hacerlo, por lo que no es necesario (ni recomendable) que te lances al vacío. Perfecciónala, traza una estrategia y ve haciendo ajustes en el camino… busca ayuda si la necesitas. Si realmente quieres algo, ve a por ello y emplea todos tus recursos, las ideas que se quedan en la mente no llevan a nadie a ningún lado y mucho menos lo harán las excusas.

Y, si quieres disponer de otros recursos, tienes un montón de recursos disponibles en este blog, en Freenancial Exposed y también puedes escribirme. ¡Mucho éxito! Espero saber muy pronto de ti 😉

Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com