Mucho se ha dicho y escrito sobre el clima laboral… qué es, su importancia y qué acciones puede tomar una empresa o un gerente para mejorarlo. Sin embargo, hoy quiero tratar el tema desde un punto de vista distinto, uno que abra otras oportunidades de acción para ti, si lo estás sufriendo como un colaborador o empleado: cómo mejorar el clima de la empresa sin importar el cargo que ejerzas en ella.
Desde tu propio rol, hay muchas cosas que puedes hacer para lograr que tu ambiente de trabajo mejore hasta el punto en que te puedas sentir cómodo estando en él y compartiendo con quienes te rodean. Por eso, en esta ocasión, voy a agrupar todas esas alternativas en cuatro grandes áreas donde te brindaré algunas ideas concretas que cambiarán notoriamente el clima laboral del lugar donde trabajas.
1. La comunicación.
Una de las cosas que no me atrevería a subestimar es la importancia de la comunicación en todos los ámbitos de nuestra vida. En muchas empresas con las que he colaborado, rara vez se le solía prestar atención a las habilidades interpersonales a la hora de realizar una contratación, pero esto lo hemos cambiado con el tiempo debido a que, por muy independiente que sea un cargo, siempre requiere cierto grado de colaboración y comunicación, bien sea con los compañeros de trabajo, con el jefe directo o con el cliente con el que se va a trabajar
Es por esto que si quieres mejorar el clima de la empresa donde trabajas, para construir un ambiente en el que tú y los que te rodean se sientan mejor (y, en consecuencia, sean más productivos), te recomiendo que trabajes en desarrollar la comunicación asertiva. Lograrlo te permitirá dar a conocer tus necesidades y tus opiniones, a la vez que le ofreces a los demás el espacio para expresarse, nutriéndose ambas partes y fomentando un espacio de colaboración que, con seguridad, impactará positivamente en cualquier proyecto que estés llevando a cabo.
2. El ejemplo.
Si hay algo que hace crecer a un equipo es que cada uno de sus integrantes trabaje en su propia excelencia. Piensa en esas personas que quizás no cumplen con todas sus responsabilidades o lo hacen a destiempo, terminan creando en el equipo un malestar que muchas veces se lleva en silencio hasta que haya una crisis que lo saque a flote.
Por el contrario, cuando la persona trabaja en dar lo mejor de sí en cada cosa que hace (lo cual no lo hace inmune a cometer errores), es mejor percibida por sus compañeros, suele ganarse el respeto de forma natural y no tiene problemas en encontrar a alguien que trabaje con él o lo ayude en determinada oportunidad… sencillamente, es como si su fortaleza se extendiera al equipo, los impulsara a todos a ser mejores y a trabajar colaborativamente por un fin común.
«Dar el ejemplo no es la principal manera de influir en los demás… es la única». Albert Einstein.
3. Una actitud positiva.
Así como la negatividad tiende a ser contagiosa, una actitud positiva también lo es (si tienes dificultades para lograrlo, tienes que ver este vídeo). Por eso, enfócate en mantener pensamientos positivos cuando te encuentres en el trabajo, ten presente el valor de cada una de las cosas que haces, tu propio esfuerzo y no olvides lo que te motivó a estar allí.
Por supuesto, puede haber momentos difíciles y es normal que nuestro ánimo se tambalee de vez en cuando, en esos casos intenta mantener la estabilidad, comunícate con tus compañeros y pide la ayuda que consideres necesaria… ¡seguro que podrás salir airoso de ese aprieto!
«Una mente negativa nunca podrá darte una vida positiva».
4. El cuidado.
Cuidar de nuestra propia apariencia y sentirnos a gusto con la forma como nos vemos tiene un efecto grandioso en nuestro estado de ánimo. De hecho, incluso personas que trabajan desde casa señalan que suelen cambiarse de ropa y arreeglarse antes de empezar a trabajar, lo cual los hace sentir más cómodos, enfocados y ser más productivos.
Al prestar atención a cómo te ves por fuera y a tu estado interno sientas las bases para todo el trabajo que vayas a hacer; de igual manera, mantener los espacios en los que te desenvuelves en orden te ahorra tiempo, incrementa tu productividad, eleva tu bienestar e incluso impacta positivamente a todos los que te rodean.
5. Las relaciones y el clima laboral.
Este punto se relaciona con el primero, la comunicación, pero merece ser discutido aparte por su importancia. Las relaciones en el trabajo constituyen uno de los elementos que más influyen, para bien o para mal, en el clima laboral.
Enfocarte en tu trabajo es importante, pero no significa dejar de lado a aquellos que te rodean: comparte con ellos en los espacios que tengan disponibles (en los descansos, por ejemplo), participa en las actividades que promueva la compañía, colabora con los demás en la medida de tus posibilidades, reconoce sus esfuerzos tal como te gustaría que lo hicieran con los tuyos… en resumidas cuentas: construye un espacio en el que trabajar sea una experiencia nutritiva para todas las partes.
Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com