La comunicación es uno de los pilares de cualquier empresa, tanto a nivel interno como externo. En el caso de los empleados, muchas veces la insatisfacción con el trabajo no proviene de la inconformidad con las tareas que implica, sino de las dificultades para comunicarse con el resto del equipo.

Afortunadamente, esto tiene solución y es mucho más sencilla de lo que se cree. Eso sí, requiere dejar atrás la necesidad de tener siempre la razón, así como la disposición de ser partícipe del cambio.

Hay varias formas de mejorar la comunicación en los grupos, pero he seleccionado las tres que considero más útiles, fáciles de llevar a cabo y de adaptar a equipos de distintas características. Además, hay resultados que se pueden apreciar inmediatamente e incluso en la comunicación escrita y en la no verbal (¡que son tan importantes en nuestras relaciones con otros!).

Completa tu carta.

Esta actividad consiste en reunir las piezas necesarias para que el equipo complete todas las cartas que les has asignado. Es una dinámica muy sencilla y reveladora, que te permitirá poner de manifiesto las habilidades de comunicación que usan los participantes, su utilidad y las formas que han desarrollado para negociar entre sí.

Para llevar a cabo este ejercicio necesitas:

– Al menos seis personas.

– Cuatro cartas para cada uno de los participantes.

– Un espacio privado en el que puedan trabajar cómodos durante unos 20 minutos aproximadamente.

Hazle a cada carta dos cortes diagonales, de forma que obtengas 4 triángulos de cada carta. Mezcla todas las piezas e introduce la misma cantidad en tantos sobres como grupos hayas formado. Entrégale a cada equipo un sobre y luego dales tres minutos para que puedan organizar las piezas que tienen, determinar cuáles necesitas para completar sus cartas y trazar una estrategia para negociar por ellas.

Después de esto, hazles saber que tienen diez minutos para intercambiar las piezas como prefieran, de manera individual o grupal. Cuando se acabe el tiempo, cuenta las tarjetas que cada equipo logró completar, el equipo que tenga más gana la ronda.

Para finalizar la actividad, pídele a cada equipo que identifique las estrategias que utilizó. Pregúntales cuáles funcionaron, cuáles no, qué podrían haber hecho diferente y qué habilidades les resultaron beneficiosas. Una sugerencia: anota todas tus observaciones al salir, este ejercicio brinda mucha información.

¡Agrúpate!

Esta dinámica se trata de que los participantes formen equipos basándose en características en común. Es muy útil para que hagan consciente qué tanto se conocen, qué tanto se comunican y qué estrategias usan para lograr sus objetivos. Además, es un ejercicio que ayuda a «romper el hielo», promoviendo que compartan información que los ayude a estrechar sus relaciones y que se vean los unos a los otros como personas con vidas que van mucho más allá del horario laboral.

Para este juego necesitarás:

– Un grupo de al menos cinco personas.

– Un listado de elementos que puedan compartir los participantes. Si no cuentas con información previa del equipo, puedes usar características generales como el número de hijos o estilo musical.

– Un lugar amplio y despejado en el que puedan estar al menos 30 minutos que tengan  compartir los participantes.

Para comenzar, explícales a los participantes que tienen que formar grupos, tan rápido como puedan, en función de las instrucciones que les vas a dar. Una vez que estén agrupados, puedes ir un poco más allá y preguntarle a cada grupo algo específico de la característica que comparten. Por ejemplo, si les has pedido que se organicen en basándose en su género musical preferido, que cada uno elija su canción favorita.

Me pongo en tus zapatos.

Esta dinámica requiere que el facilitador conozca muy bien los problemas actuales que está enfrentando el equipo. Es ideal para explorar sus formas de comunicación y modelar la comunicación asertiva.

Materiales:

– Hojas y lapices.

– Un espacio cómodo donde puedan trabajar sin interrupciones durante al menos una hora.

Para comenzar, vas a pedirle a cada participante que anote en una hoja una situación que lo haga sentir incómodo, molesto o triste, sin incluir su nombre ni el de nadie más. Cuando finalicen, invítalos a doblar los papeles, mézclalos y pídele a cada quien que escoja uno al azar.

Posteriormente, sin importar el orden, haz que cada quien lea el papel que le tocó como si fuera suyo, añadiendo cómo lo hace sentir esa situación y cómo se le ocurre que podría mejorarla. Si no se le ocurre nada o crees que puede haber más de una alternativa, permite que otras personas den su opinión, ¡incluso tú puedes participar ofreciendo otros puntos de vista o formas de expresarse!

Luis Gil– Inspira y Avanza.Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com

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