Hace tiempo que descubrí los círculos de Covey, pues el Dr. Stephen Covey ya los mencionaba en su tremendo bestseller «Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas» hace ya casi veinticinco años. Es curioso que últimamente hablo mucho de ellos, pues un buen amigo los descubrió hace poco y le ha ayudado mucho para poder dilucidar su posición a adoptar frente a situaciones que le ocurren en su día a día. Como veo que le ayuda, lo comparto aquí por si a otras personas les puede aportar.
Covey básicamente dijo que las personas se encuentran en el centro de dos círculos concéntricos (ver imagen).
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Círculos de COVEY |
Por un lado, tenemos el Círculo de Influencia, que es aquel que engloba todo lo que puedo cambiar por mi acción directa. Es cierto que no podemos predecir las consecuencias de la acción, tan sólo suponerlas, pero al menos si sabemos que hay ciertas personas, ciertas situaciones, que pueden estar influenciadas por aquello que yo haga en cada momento.
Por otro lado, tenemos el Círculo de Preocupación, que es aquel que engloba todo aquello que SENTIMOS que no podemos cambiar. Como veis, he resaltado «sentimos» porque es un concepto muy subjetivo, depende mucho de cada persona lo que ella crea que no puede cambiar.
Hay personas que sienten su círculo de influencia muy pequeño, pues creen que lo que ellas hagan poco puede influenciar a nadie, muchas veces incluso ni creen que les pueda influenciar a ellas mismas, ya que sienten que el poder de sus vidas no está en sus manos y sí en factores externos. Sin embargo, hay muchas otras personas que creen que sus acciones pueden influir en muchas personas, y son PROACTIVOS para realizar esas acciones.
Decía Covey, y tiene mucha lógica, que cuanto más proactiva es una persona, mas grande se va haciendo su círculo de influencia, pues cada vez va consiguiendo más efecto en los demás con sus acciones. Y cuando esto ocurre, el círculo de preocupación va siendo cada vez más pequeño, pues solemos preocuparnos sólo de aquellas cosas de las que no nos sentimos capaces de ocuparnos.
Es decir, si tomas las riendas y te decides a actuar, si sientes que puedes hacer cosas para cambiar tu situación personal y la de otros cercanos, ese círculo se irá expandiendo y se te irán disminuyendo las preocupaciones que te acechan. Si decides esperar a que algo o alguien te solucione la vida, tu círculo de preocupaciones seguirá creciendo cada vez más y te sentirás cada vez mas limitado.
Es sólo una decisión de partida. Analiza tu círculo de influencia inicial y toma la iniciativa, veras como las preocupaciones se van arrinconando.
Luis Gil – Inspira y Avanza__________________________________________________________________________
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