¿Eres de esas personas que busca cada día su foto con sus «frases de felicidad» o de mejora personal? Tal vez eres de las que la comparte en sus redes con los buenos días. Nosotros también compartimos muchas, puedes ver cientos aquí, en nuestras fotos de facebook. Lo importante no es tanto si lo haces, sino para qué lo haces.
Cuando las frases de felicidad tan sólo ocultan amargura.
Ya sabemos que las redes no tienen término medio. En general muestran exactamente como somos; o justo lo contrario. Hay muchas personas que extienden su vida «real» a la vida «virtual» y tratan simplemente de llevar su propia identidad hacia mucha más gente, pero hay muchas otras que entienden ese mundo virtual como una oportunidad de ser quienes no son realmente, pero querrían ser.
Son esas últimas personas, las que tras una imagen con su frase y un texto del tipo «la vida es chula» ocultan la amargura, la frustración, la tristeza… y no pocas veces la envidia. Sabemos que en las redes sociales todo aquello que no muestra felicidad o éxito no vende. Pero la reflexión debería ser ¿por qué siento la necesidad de vender lo que no soy?
[Tweet «Antes de vender lo que no eres, ¿por qué no cambiar a tu mejor versión?»]
Llega un momento en el que debemos ser honestos, al menos con nosotros mismos. Debemos entender que una vida de «fachada» no aporta nada más que un impulso a una espiral de dolor y tristeza. (si quieres saber más de espirales, no te pierdas «La espiral de la felicidad», en ese enlace puedes hasta empezar a leerlo ¡gratis!). No deberías dejarte arrastrar por el ego hasta ese punto. Hay veces que tu trabajo requiere cierta imagen, pero ya sea en tu vida personal o profesional, recuerda que imagen, sin contenido detrás, es fracaso asegurado.
[Tweet «La imagen no lo es todo. Detrás debe haber contenido que la soporte»]
¿Cuando esas frases de felicidad nos aportan?
Por supuesto que nos aportan cuando andamos algo perdidos y necesitamos cierto impulso, pero ¡ojo! no te aportarán si ese impulso tan sólo sirve para sacarte del malestar, sin que pongas medios para no volver a él. De hecho, cuando consolamos estamos generando un bien temporal, pero si la persona tiene posibilidades de salir de dónde se encontraba sufriendo, hay veces que ese consuelo lleva a que se olvide de trabajar para salir definitivamente…se puede «enganchar» a ese calor puntual que recibe y dejar de pensar en que puede salir de ahí y generar el calor por él mismo.
Al final, como siempre, lo importante es nuestro autoconcepto, nuestro equilibrio, nuestra autoestima… y si todo eso está donde debería, es fantástico poder compartir nuestra satisfacción desde imágenes, frases, videos… ya sean nuestros o de otros… es muy bueno compartir felicidad. Pero recuerda compartirla reforzando tus sensaciones… no escondiéndolas tras una coraza falsa.
[Tweet «Comparte la felicidad como un reflejo de tu interior, no como un escudo de tu tristeza»]