Justo el día después de la noche de San Juan, muchas personas amanecen con aires renovados. Cuando se suelta toda esa carga emocional que vamos arrastrando, uno siente que todo puede empezar de nuevo.
Sin embargo, ¿basta con eso? seguramente muchos pensáis que no, y ocurre porque asociamos la liberación al momento, a la escena, pero en lo más profundo no estamos dispuestos – o no podemos – soltar realmente.
Soltar, implica entender que el momento fue perfecto, por muy malo que quisiéramos calificarlo. Fue el momento que tuvo que ser. Si hubiera habido una opción mejor que tomar, la habríamos tomado, por tanto, fue la mejor posible. Tal vez ahora lo veas desde otra perspectiva, con otro conocimiento, con otra madurez, pero en ese momento, fue lo que tuvo que ser.
Alégrate de que ese momento llegara, agradece que llegó y te provocó el cambio que fuera. Si aún no sientes esa posibilidad, tranquilo, esta bien… aún no has perdonado o TE has perdonado por haberlo vivido. Necesitaras tiempo, o cierto trabajo hasta que aprendas el mensaje que venía con aquel acontecimiento.
Sé que a muchos de vosotros os suena un imposible, y es normal. No se puede cambiar un paradigma de vida desde el mismo paradigma que lo creó. Necesitamos abrir una de esas verjas que nos limitan mentalmente y dejar que entre el aire fresco y que aparezca un nuevo camino por el que transitar. A veces, necesitamos un acto de fe, pero de fe en nosotros mismos.
Alégrate de la vida que tienes, agradece lo que cada momento te pone por delante… y queda en Paz. Desde esa Paz podrás construir los nuevos momentos…. disfrútalos.
p.d.: por cierto, si quieres ver a personas que han mejorado su vida, aquí tienes los vídeos que nos han dejado tras pasar por nuestro taller vivencial.
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Imagen de mx.seleccionescom
