El tiempo es uno de nuestros recursos más preciados, por lo que es desesperante sentir que pasa y nuestros esfuerzos no terminan de dar frutos. Hay quienes, incluso, terminan dejándose caer de brazos y se les dificulta tener la suficiente motivación y constancia para seguir trabajando en sus proyectos, con lo que se refuerza un círculo vicioso y muy perjudicial.
«Quien se atreve a perder el tiempo no ha descubierto el valor de la vida». Darwin.
Afortunadamente, hay formas de cortar con ese círculo y aprovechar al máximo nuestro tiempo y esfuerzo. Hoy quiero hablarte de una de ellas, La Técnica Pomodoro, una de las mejores alternativas existentes para optimizar nuestros recursos y lograr lo que nos propongamos de una manera saludable y efectiva, sin esfuerzos sobrehumanos que no nos llevan a nada y sacrifican nuestro bienestar.
¿Quieres saber más de ella? Sigue leyendo y aprende qué es y cómo utilizarla en lo que necesites.
Qué es y de dónde viene la Técnica Pomodoro.
La Técnica Pomodoro es una de las más utilizadas en los estudios y actividades que requieran altos niveles de productividad. Debe su nombre al italiano Francesco Ririllo, quien la creó a principio de los 80 y se inspiró en los populares temporizadores para cocina a la hora de colocarle el nombre.
¿Por qué es tan importante un temporizador? Es muy simple, para aplicar esta técnica es necesario medir intervalos de tiempo trabajo (25 minutos) y de descanso (5 minutos los breves, de 15 a 20 los largos) que te permitan trabajar enfocado y haciendo uso pleno de tus capacidades, evitando los extremos de saturación e improductividad.
Ventajas de esta técnica.
– Aumenta la consciencia del tiempo, debido a que el temporizador nos recuerda los periodos de trabajo y descanso. Gracias a esto podemos sentir con mayor claridad el tiempo que hemos invertido, con lo que además evitamos largos y frustrantes periodos de inactividad que terminan alejarnos de nuestras metas.
– Incrementa la motivación, ya que al apreciar el tiempo que invertimos, el esfuerzo que hacemos y cómo ambos se traducen en resultados concretos tenemos un magnífico feedback que nos hace sentir bien y nos estimula a seguir trabajando.
– Aumenta la productividad porque los intervalos de tiempo y trabajo están diseñados para mantenernos enfocados a la vez que libres de distracciones y sensaciones de saturación. Esto ayuda a que tus habilidades puedan expresarse al máximo.
– Permite la creación de hábitos de trabajo saludables: Con la práctica repetida, esta técnica te demuestra (consciente e inconscientemente) que es una alternativa viable para alcanzar lo que deseas de una manera más sana y efectiva que las que habías probado anteriormente. Gracias a esto y al uso del temporizador, puedes disfrutar de rutinas de trabajo productivas y estables que te dejan tiempo para dedicarle a tu vida personal.
La Técnica Pomodoro: Paso a paso.
1. Busca todo el material que vayas a necesitar para trabajar, de forma que luego no tengas que levantarte y pierdas tiempo valioso de tus intervalos. ¡Recuerda el temporizador, un reloj o teléfono que te permita medir el tiempo!
Si te gusta la tecnología, de seguro esta alternativa te va a encantar: hay aplicaciones de la Técnica Pomodoro gratuitas, disponibles para los sistemas operativos más utilizados. Búscalas y descárgalas en tu móvil para que puedas usarla cuando gustes.
2. Calcula el tiempo total en el que vas a trabajar, incluyendo en él los intervalos de trabajo y los de descanso.
3. Escoge un momento y lugar cómodos, que te permitan trabajar sin mayores interrupciones.
4. Cronometra 25 minutos y comienza a hacer tus actividades: Este será el tiempo tu tiempo de trabajo intenso y enfocado, si sientes la tentación de levantarte a hacer otra cosa, recuerda que son tan solo 25 minutos y que pronto tendrás un momento para descansar, tomar agua, revisar rápidamente tu teléfono o lo que prefieras.
5. Cronometra 5 minutos de descanso: Este tiempo puedes utilizarlo como mejor te plazca y emplearlo a satisfacer cualquier necesidad que pudiera surgir en el intervalo anterior… pero, recuerda, ¡son 5 minutos!
6. Repite los pasos 4 y 5 dos veces (con los que el total del tiempo a utilizar sea de hora y media: una hora y quince minutos de trabajo y quince minutos de descanso). Luego de esto, toma un descanso más largo, de unos 15 a 20 minutos y decide si vas a volver a emplear la técnica.
La Técnica Pomodoro ha sido ampliamente estudiada y comprobada, pero si tienes dudas puedes hacer tus propias pruebas. Elige un día en el que hagas las actividades tal como acostumbras y anota los resultados, el día siguiente aplica la Técnica Pomodoro y luego haz la comparación (¡y me comentas! 😉 ) Si aún tienes dudas… contacta conmigo.
Luis Gil– Inspira y Avanza. Puedes tener la vida que deseas. Sabemos cómo guiarte: www.luisgilconsultoria.com