Como dice la imagen, «La motivación es la energía del cerebro»… !y de los músculos también! La motivación a la hora de enfrentarse a la vuelta al trabajo tras las vacaciones representa una gran fuente de problemas y desafíos para muchas personas, así que vamos a mostraros aquí los últimos descubrimientos en motivación y objetivos para que puedan ayudaros en un mejor enfoque del nuevo «curso escolar»

La ciencia sabe mucho de motivación

Han pasado ya casi 20 años, cuando el Dr. Heidi de Grant Halvorson  hizo un gran descubrimiento para la ciencia de la motivación. Él y su equipo realizaron unos experimentos donde se pidió a los participantes que trabajaran en resolver una serie de puzzles y problemas. Mientras que a los de un grupo les dijo a los participantes que su puntuación refleja sus capacidades actuales, es decir, sería como una evaluación de lo que en ese momento son capaces de conseguir; al otro grupo se les dijo que cada problema era una «herramienta de formación» y que el principal objetivo era que mejoraran sus capacidades.
A continuación, con algunos de los participantes de cada grupo, se aumentó el nivel de dificultad con algunos nuevos desafíos; por ejemplo interrumpía a los participantes para quitarles parte de su tiempo asignado o les presentó problemas sin solución, sin decirles nada, para frustrar a los participantes.

Sorprendentes conclusiones del experimento

Las conclusiones fueron realmente espectaculares, mientras los que están en el grupo de «valorar lo que sabes» quedaron tan desmoralizados cuando se enfrentaron a los desafíos más difíciles,  los de grupo con un enfoque de «mejorar su formación»   se mantuvieron motivados y siguieron tratando de aprender tanto con los problemas sencillo como con los irresolubles.
Y esas diferencias se dieron por ese enfoque diferente de cómo se afronta un desafio. ¿Increible, verdad?
[Tweet «Ante problemas difíciles define objetivos de aprendizaje, no de resultado.»]
 
Y este enfoque nos lo podemos llevar a nuestro día a día con las siguientes reflexiones :

¿Estudias para los exámenes para aprender y crecer o para determinar si eres lo suficientemente inteligente?
¿Te decidiste hacer un master para mejorar tu conocimiento y dominio de algo o tan sólo porque crees que es el medio para ganar más dinero con tu trabajo?
¿Entrenas para correr más rápido de lo que lo hiciste la última vez, o con el fin de ganar a todos?

Entonces ¿ Los objetivos sobre resultados no valen?

Podríamos pensar que si se trata de conseguir objetivos basados en el proceso, en el aprendizaje, esto tiraría por tierra toda la teoría de los variables por desempeño en el trabajo, por ejemplo. Pero no es así. El profesor Dan Ariely llevó a cabo una serie de experimentos en el Estados Unidos, y en la India rural, para que el nivel social o económico no tuviera un gran peso en los resultados. Allí se les pidió a los participantes que realizaran una serie de juegos y a cambio se les ofrecía un inventivo económico pequeño, mediano o grande a cada grupo de estudio para ver si a mayor dinero por hacerlo, mejor lo harían.
[Tweet «Los objetivos por resultados te vendrán genial en tareas repetitivas y poco creativas»]
 

¿A más dinero en el variable mejores resultados?

Fue realmente inesperado ver como en los juegos de memoria, juegos de creatividad, y de habilidades motoras, aquellos a los que dieron un gran incentivo económico realizaron las tareas mucho peor que los que habían recibido un incentivo menor. La única tarea en la que los participantes con mayor incentivo respondía mejor que aquellos con menor incentivo fue la puramente mecánica, que consistía en teclear en un teclado valorando las pulsaciones lo más rápidas posibles.
Un gran libro para que sigas aprendiendo sobre motivación.
Daniel Pink, del que hemos hablado en otra ocasión , en esta entrada sobre la PAH y el propósito,  refuerza esta idea en su libro «Drive, la sorprendente verdad sobre qué nos motiva«, explicando que ante tareas o situaciones mecánicas o de uso de fuerza bruta, los objetivos basados ​​en el rendimiento, como variables por consecución, funcionan extremadamente bien. Es cuando los problemas requieren un poco de ingenio o algún esfuerzo mental, cuando las metas y recompensas basadas en el desempeño comienzan a ser contraproducentes y reducir el rendimiento.
 

 
Puedes conseguir el libro de Daniel Pink, aqui: LIBRO

¿Cómo aprovecho para mejorar mi motivación?

Debes aprende a establecer el tipo de objetivo que te dará los mejores resultados según la tarea que debas realizar en el trabajo o en tu vida personal.
Recuerda que es mucho mejor fijar un objetivo de resultado cuando el problema depende de mi desempeño «bruto», es decir, mecánico y basado en mi capacidad física.
Por otro lado, el objetivo basado en el «camino», en el «aprendizaje» resultan muy bien en tareas más intelectuales.
Por ejemplo, los objetivos con incentivos o premios por finalización los puedes aplicar en:

• Limpiar el buzón de correos en un tiempo determinado.

• Tareas repetitivas de administración.

• Realizar un número determinado de llamadas para conseguir clientes o encontrar trabajo.

• etc…

Pero para objetivos a largo plazo o más intelectuales,  los objetivos de aprendizaje pueden enfocarse de esta manera:

• En lugar de buscar el ascenso en el trabajo ante todo, puedes centrarte en el aprendizaje que te aporta y que el ascenso llegue como consecuencia natural.

• Hacer un entrenamiento basado en la mejora continua, en hacerte más experto y no tanto en ganar ante todo.

• etc…

Esperamos que con toda esta información útil, la vuelta al trabajo o a los estudios la puedas realizar bien motivado y con los objetivos que te impulsen.
¿Quieres comentar algo al respecto? ¿Te ayudó esta información? – Déjanos un comentario y sigamos hablando! 🙂