Esta noche a las 5.20h nos hemos despertado en Málaga con un terremoto de 6.3. La verdad es que, a pesar de que en Chile he tenido muchas veces la ocasión de vivirlos, siempre impresiona que te despierte un movimiento tan fuerte de la cama y de todo el piso.
En ese momento, a las personas se nos activan todas las alarmas, y nuestra mente comienza a proyectar todas las terribles situaciones que nos pueden ocurrir… y nos ponemos en alerta… como lo haría una gacela cuando viene un leopardo a cazarla.
Después, el terremoto va cesando, como cuando el leopardo atrapa a una de ellas o sucumbe al cansancio… y la gacela se para y comienza de nuevo tranquilamente a pastar y alimentarse… pero esta noche en málaga mucha gente ha seguido despierta presa del miedo… ¿por qué?
Porque nuestra mente no se ha quedado en el presente, como la gacela, sino que ha seguido proyectando todo lo terrible que le podría haber ocurrido y que aún podría ocurrir si volviera, todo lo que podría PERDER, y ese miedo a que vuelva, ese miedo a perder, ese miedo a sufrir por algo que YA NO ESTÁ OCURRIENDO NI SABEMOS SI VA A OCURRIR… nos mantiene con el mismo estrés y tensión que si estuviera ocurriendo realmente.
Tal vez incluso pueda tener sentido cuando hablamos de un terremoto al que le conocemos la probabilidad de que haya réplicas… ¿pero y todas esas cosas que proyectas y te aterran sin saber siquiera que van a ocurrir? ¿Cuántas oportunidades te quitan en tu presente por no estar pensándolas?
A mi, tal vez porque me pilló cansado del fin de semana, o porque he vivido más de 5 y posiblemente de 10 en una de las ciudades más sísmicas, Santiago de Chile, una vez que pasó pude hacer como las gacelas… y estuve durmiendo plácidamente hasta que sonó el despertador… pero pensando en la vida en general ¿que te impide el miedo psicológico hacer en tu vida de cada día? Un buen momento para pensarlo.
Feliz Semana (y espero que libre de terremotos).
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