En una de esas semanas de sesiones repartidas entre Sevilla y Málaga, habituales ya en mi rutina, ha habido un tema que ha estado presente en muchas de las sesiones y conversaciones previas: los problemas de estrés. Quería compartir unas reflexiones con vosotros por si os ayuda a comenzar a gestionarlos mejor.
Como todos los problemas, una dificultad añadida ocurre cuando la persona no es consciente de que tiene estrés. Es muy difícil que una persona pueda empezar a realizar lo necesario para salir de ese círculo dañino y vicioso que genera un estrés continuado y excesivo si no es consciente de que lo que está viviendo no es «lo normal para su profesión».

Lo normal no es siempre lo razonable.

Puede que en estos momentos seas ya plenamente consciente de que vives en un estado continuado de estrés, que mas allá de un impulso para llegar a tus metas en momentos puntuales, se ha instalado en tí y puedes razonablemente entender que tienes problemas de estrés. Y sí, aunque sea lo normal, no es lo razonable. Y causas, causas posibles, las tienes todas. Ya sea por falta de trabajo, o por mucho al haber reducciones de plantilla y caer la misma faena en muchas menos personas. Ya sea porque el miedo a perderlo añade un plus de nerviosismo y responsabilidad excesiva, (como decían nuestros políticos «por encima de nuestras posibilidades»), o por la ambición de no sólo mantenerlo sino ir subiendo profesionalmente en esa escalera o pendiente con la que nos han vendido a veces el camino de la felicidad. Podemos encontrar motivos varios, podemos entender que los factores externos son más propicios o no, pero no te dejes llevar por ese victimismo. El grado de estrés que sufres depende sobre todo de ti.
[Tweet «no te dejes llevar por ese victimismo. El grado de estrés que sufres depende sobre todo de ti»]
 

Problemas de Estrés hoy… enfermedad grave mañana.

 
A estas alturas no es necesario pararse mucho en este párrafo. Está plenamente demostrado que el estrés provoca enfermedades graves. Las más directas son las enfermedades del corazón y circulatorio, pero hay muchísimas más fisiológicas, y también psicológicas. Es curioso como en una sociedad donde el estrés está provocado en gran medida por estar más condicionado por el futuro que por actuar en base al presente, no tengamos la visión suficiente para pensar en nuestro futuro y aprender a gestionar mejor cada día.
[Tweet «El estrés te hace vivir en el futuro, salvo para hacerte que quizá no lo llegues a ver por su culpa»]
 

Bajar el ritmo para avanzar más lejos.

 
Si vives la vida como una carrera de cien metros, necesitarás la preparación, la energía, el descanso… pero aún así no pretendas estar «activo deportivamente» cuando loestá un corredor de maratón. Una metáfora clara de que para llegar lejos, el ritmo tiene que ser sostenible, admisible a nuestro organismo, lo más mantenido posible. Si un maratoniano acelera demasiado en los primeros kilómetros, o se deja llevar por la euforia de un buen momento de la carrera por demasiado tiempo, se arrastrará para conseguir llegar al final… si es que llega. Aprende a alcanzar el ritmo que te llevará en buenas condiciones mucho más lejos.
[Tweet «Aprende a dosificar los sprints, vive cada día como un maratoniano para llegar a la meta»]
 

No caigas en la «trampa de la felicidad».

Nos han vendido la idea de que «más es mejor», más coches, más casas, más dinero, más móvil; menos en una cosa: «más calidad de vida también es mejor». Posiblemente, eso es lo verdaderamente mejor. El equilibrio es ese momento donde la calidad de vida responde a lo que quiero, no a lo que me gustaría, no a lo que conseguirá si sigo trepando. Hay veces donde hay que esforzarse, hacer un esfuerzo adicional, pero ese esfuerzo debe estar contemplado, tener fecha de finalización, debe llevarnos a un lugar en el que reposar con la calidad de vida necesaria para que los problemas de estrés sean tan sólo algo que tal vez, en algún momento, vivimos lo suficiente para saberlo cambiar. Muchas veces el esfuerzo es, simplemente, no dejarse arrastras por los cantos de sirena.
Te deseo que puedas hacerlo. Si no…puedes dejarme por aquí cuales son los mayores inconvenientes que tienes para llevarlo a cabo.
Feliz día.