Yo le contestaba que sí, que TODOS deberíamos conocer estos recursos y así seríamos mucho más felices, y que se sintiera afortunado de que, actualmente, sólo el que se interesa a nivel individual por mejorar y accede a estos conocimientos, tiene el premio. Es decir, su iniciativa le ha permitido conseguir algo que la mayoría no tiene porque no sabe que existe, porque no le da el valor que tiene, o sencillamente porque no quiere y prefiere quedarse en el «valle de las excusas».
Luego reflexionaba yo sólo, que ése precisamente es mi VALOR. Si a todos nos enseñaran a curarnos nuestras enfermedades físicas… los médicos no tendrían valor. Si a todos nos enseñaran a reparar nuestros coches… los mecánicos no tendrían valor. Si todos supiéramos como encontrar el camino de mejora y salvar las dificultades y limitaciones de nuestro interior, o si supiéramos cómo sacar el 120% de nosotros profesionalmente… mi labor no tendría valor.
Es decir, lo que sabes y que además puede contribuir al bienestar de los otros es tu valor. Y sí, sería fantástico que todos tuvieran o supieran las herramientas para ser felices por ellos mismos, yo en esa sociedad no me importaría dedicarme a otra cosa, porque seguro que yo también sería feliz al serlo todo el mundo, pero lamentablemente no es así.
Mi valor es saber sobre mejora personal, sobre como ayudarte a eliminar los miedos, las limitaciones, la confusión de tu mente, la sensación de no tener rumbo, el camino hacia tu progresión personal y profesional. Mi valor es tener esas herramientas que tantos años y experiencias después he tardado en adquirir. ¿Tú sabes cuál es tu valor y cómo desarrollarlo?… pues el mio es precisamente poder ayudarte a que descubras eso. Y eso, lamentablemente quizá, no te lo enseñan en otro sitio.