Esta semana dos sesiones de cambio personal han derivado en resolución de conflictos de parejas. En esos casos, cuando consensuamos que avanzar en una mejora de la relación de pareja puede ser uno de los principales factores para que la persona pueda seguir su proceso personal de desarrollo, paso a abordar esa situación de manera global, es decir, cambiando el foco de la persona a la resolución del conflicto interpersonal.
Hay ocasiones que las personas quieren seguir juntos, sienten que hay opciones de seguir disfrutando de una relación que se ha ido apagando, y que en esos momentos se ha convertido en un callejón sin salida… sólo con sufrimientos del presente y añoranza de aquellos buenos momentos del pasado.
Cada pareja, como suma de dos personas, es un mundo en si misma. Pero independientemente de eso, con la flexibilidad adecuada, yo siempre trato de aplicar un «cambio hacia resultados«.
¿Y que supone esto? Pues ir LO MENOS POSIBLE hacia el pasado, los reproches, los desencuentros,etc. … lo imprescindible. Por el contrario, lo que trabajamos en conjunto es el Presente y las posibilidades de Futuro. Los cambios asumibles que deben ocurrir para que se pueda recuperar el sentimiento y la relación que mantuvo felizmente unida a esa pareja. Lo que nos importa en todo el proceso no es hacia dónde venimos, sino conseguir el objetivo final, el resultado esperado.
Entre dos personas, haciendo una abstracción, pueden pasar dos grandes cosas:
- La persona tiene una intención positiva hacia su pareja, pero la respuesta que obtiene es justo la contraria de la que pretendía. ¿No os ha pasado que hacéis un comentario con la intención de halagar a la persona…y ella se siente ofendida? ¿Cuántas veces habéis recibido una frase que os ha parecido de mal gusto, y la otra persona está sorprendida y abrumada porque lo que intentaba decir era algo bonito y con clase? Los ejemplos son innumerables. Y es ahí donde ocurre la fractura…»ya no me entiendes», «es que tú ya no aceptas las cosas de buen grado», «es que ahora eres otra persona…etc.»
- Aquí la persona directamente si tiene la intención de hacer daño o molestar en ciertas situaciones, porque siente un conflicto hacia la relación, y esa es la manera en la que lo hace saber. Sarcasmo, ironía, desprecio….variadas posiciones que se pueden tomar en este caso para «fastidiar» al otro. Aunque ¡ojo! partimos de la base de que esta persona NO quiere dejar la relación… lo que busca es que sea la otra persona la que entienda lo molesta que está y «despierte» reaccionando para, de alguna manera, acercarse de nuevo. Lógicamente, el otro miembro de la relación no sólo no se entera de esa segunda intención, sino que se aparta y aleja mucho más al sentirse agredido.