Para cambiar sin sacrificio no puedes oponerte. Para no oponerte no puedes ir contra lo que tu subconsciente siente que necesitas, y para ello debes trabajar de la mano del subconsciente… desde el propio subconsciente.
Muchas personas piensan que trabajar con el subconsciente es una especie de influencia donde ellos no intervienen y donde pueden ser fácilmente manipulables. Esto sería como pensar que cuando en un taller te arreglan el coche, están influenciando en él porque tu no sabes lo que le están haciendo mientras está en el taller. Por tanto, hacen falta de entrada dos cosas fundamentales, un muy buen profesional, y confianza mutua.
Una vez que has encontrado esta combinación, que ya te voy avisando que no es nada fácil, el proceso es un buen equilibrio de trabajo de toma de consciencia (porque necesitamos darle a nuestro consciente su dosis de control y asentar lo que vamos haciendo), así como del uso de herramientas que vayan dirigidas a nuestro subconsciente.
La hipnosis no es el único método, aunque para mí sin duda es el más eficaz, porque con el subconsciente se puede comunicar también en todo momento, es decir, yo puedo desconectar el consciente para que haya un diálogo puro a nivel subconsciente, pero nunca puedo hacer lo contrario. El subconsciente es miles de veces más rápido y más «listo» que nuestro consciente… (lo siento por aquellos que pensaban que hacían lo que querían con su vida… realmente hacen lo que su subconsciente quiere).
Cuando el cambio se hace activándolo desde el subconsciente, no hay sensación de sacrificio, porque no estoy peleando contra la «tentación» o el «hábito»… sencillamente el hábito ya no aparece, la tentación no es nada tentadora… y cuando no te opones a nada, no lo refuerzas… y todo va decayendo hasta desaparecer.
Feliz día.. no te resistas demasiado!
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