Vale, te cuento:
Te decía que yo realmente había solicitado un consultor que me ayudara con marketing digital. Aunque mi negocio no es tan digital, pensaba que podía ser el camino para que mi facturación y clientes de una vez se parecieran a los que había soñado. En la ciudad donde vivo el ayuntamiento me permitía elegir un consultor de forma gratuita por un par de horas.
Si, gratuita. Bueno, a costa de nuestros impuestos, claro.
Pero se equivocaron de consultor. Por suerte para mí… y ahora para tí.
Me trajeron a un consultor que de marketing digital no tenía ni idea. Así de simple. Ni idea.
Entonces le dije… «Bueno, ¿y en qué podríamos aprovechar este tiempo? y él me respondió: «Yo tengo un método para generar ventas y clientes… por eso por ejemplo estoy aquí incluso sin ser lo que buscabas, ¿te interesa?
«¿Qué si me interesa? ¡Te pago aparte si hace falta!. Eso sí… si es verdad y funciona. Estoy hasta las narices de vendehumos, te aviso.»
«Estoy cansado de meterle horas al proyecto, de no saber muy bien por donde empezar cada día para que más clientes lleguen, de pagar a gente que dicen que todo le va de maravilla y luego a mí no me funciona, de pensar que simplemente es que tenía un techo que no me permitiría alcanzar mi objetivo. ¿Qué objetivo? Facturar y ganar mucho más de lo que hacía cuando era directivo y decidí montar mi propio negocio… allí les generaba millones y ahora, para mí, no lo conseguía…¿Cómo no voy a querer un método para generar facturación y clientes?»
Y mientras nos tomábamos una manzana de desayuno, era un crack y también vegetariano, comenzó a contármelo… y la manzana se acabó, y seguimos…
1 hora más…
2….3… y 4 horas más.
Hasta que lo soltó todo. TODO.
Y yo lo tuve claro. De la A la Z de su método.
¿Puedes imaginar lo que es para alguien que siente que no vende más porque la vida le maltrata o porque no tendrá el producto adecuado, o porque es más tímido de lo que pensaba… que de repente te muestren una forma de conseguirlo?
¿Feliz, contento, ilusionado? Pues no. Yo no… yo estaba Escéptico.
No me valen las teorías, ni los libros, ni los métodos revolucionarios. Llevaba ya demasiadas decepciones. Ni una más.
Pero eso si, yo lo pongo todo a prueba. Todo lo que siento que me puede ayudar.
Y lo hice, lo probé… y funcionó.
Sí, ¿el azar?… No, esta vez no. Esta vez era yo llevando las riendas. Usando esa herramienta para controlar una parte donde no llega el azar.
Sí, una parte… pero la parte suficiente para que llegaran clientes y mi facturación comenzara a parecerse a la que yo siempre había soñado.
Y ¿por dónde se empieza?
Pues todo comienza con una tabla que me va a decir cuántos contactos debo ir haciendo cada día para conseguir la facturación que deseo cada mes.
Y desde ahora, también te lo va a decir a ti. A mí el destino me la trajo de regalo, y yo te le regalo a ti también.
Tan sólo rellena el formulario para entrar en mi lista de correos, y lo tendrás en tu email